horizonte de sucesos

 

OJO DERECHO
Fotografía analógica en formato 4:3, blanco y negro. Dos personajes, un hombre de unos 40 años y una mujer mayor aparecen centrados en el cuadro. El hombre de barba frondosa y pelo corto se para al lado de la mujer vestido con una camisa de tono oscuro, mira a cámara. La mujer, vestida con un abrigo de tono claro, mira su propia mano, la cual tiene encima una plancha eléctrica que sostiene el hombre.
El espacio es el interior de un departamento o casa, ambos personajes se sitúan de espalda a una esquina del sitio, junto a la puerta que da al exterior, donde se puede observar el día. Además de la plancha, el otro objeto que cobra protagonismo en el cuadro es la mesa de planchar, sobre la cual los personajes posan sus manos.
El espacio está iluminado de una forma bastante uniforme. Una fuente de luz principal los ilumina de contrapicado desde arriba la altura de los personajes, a la izquierda de la cámara y por fuera del cuadro. Esta luz artificial es envolvente, pero a pesar de no estar direccionada, es de un carácter duro, lo cual genera contraste en los personajes. Los ojos de los dos dejan observar esta dureza de la luz, al generar una sombra pronunciada, más evidente en el caso de la mujer al poseer lentes que generan su correspondiente sombra. Así mismo este contraste se puede observar en en los pliegues de la camisa del hombre y la textura del vestido de la mujer. A excepción de esto, el cuadro se ve en su mayoría uniformemente iluminado, como se puede observar en la mesa de planchar y en la pared detrás de ellos. Sin embargo la esquina detrás de la mujer genera un contraste por la diagonal de la pared. Este mismo no es muy marcado ya que la luz natural del día que entra por las ventanas de la puerta rellenan el espacio, aunque con menos intensidad lumínica.
En el exterior se observa un espacio urbano, dentro de las rejas que tiene en el exterior la vivienda, se observa un objeto no del todo discernible en el piso. Podría tratarse de un trapero. En el interior sucede nuevamente, un objeto indiscernible similar a un foco de luz aparece en el piso. 


OJO IZQUIERDO

Dos miradas que denotan el contraste de presencias. 

El peso de la imagen se sostiene en la inquietud de la plancha, en la mano que la sostiene y en la mirada oscura, fija, que interpela a quien observa.
Ella con sus ojos direccionados hacia su mano, perdida, casi como si no estuviera presente, como si un recuerdo se hubiera cruzado. 

El cansancio y la resignación se hacen presentes en el espacio. Una tabla de planchar gastada, enmohecida, objetos que se rehúsan a levantar, olor a naftalina tratando de aplacar el olor a humedad que podría traspasar la imagen. Una ventana donde apenas entra luz, insuficiente, generan la sensación de un espacio diminuto, la sensación de quedar ahogado entre cuatro paredes.


TERCER OJO

En medio de la tarde de un lugar árido, de ¿algún pueblito?,un hombre va a visitar a quien podría ser su madre, o una figura materna. Luego de escuchar sus quejas habituales y que la conversación se desgaste, él decide jugar con la plancha con la que ella ocupa su tiempo durante esas horas. 

A través del vestuario del hombre se puede identificar el uniforme de trabajo de algún tipo de clase obrera, y ella una ama de casa. En este sentido, el contexto económico sugiere estrechez en el presupuesto, personajes que forman parte de una familia trabajadora con los recursos mínimos.

La altura de la cámara que toma la fotografía denota que la persona que la tomó es levemente más alta que los personajes, por lo cual asumo que es una mirada masculina, que comparte algún tipo de vínculo con los personajes, por la proximidad, por la mirada cómplice del hombre y la mirada sumisa de la mujer.


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